El 16 de julio de 1969 despegaba de Cabo Cañaveral la misión Apollo 11, que cinco días más tarde llevaría al ser humano hasta la superficie lunar. Para viajar de la Tierra a la Luna fue necesaria la construcción del Saturno V, el cohete más grande creado por la NASA, con 110,64 metros de altura. Su diseño estuvo a cargo del ingeniero alemán Wernher von Braun, quien afirmaba que se había enamorado de las posibilidades de la exploración espacial leyendo las novelas de Julio Verne y H.G. Wells.
Miles de personas acamparon junto al Centro Espacial Kennedy para presenciar en directo el despegue del Saturno V, que en el momento del lanzamiento pesaba 2.900.000 kg.
Tres astronautas protagonizaron la misión del primer alunizaje: Edwin E. Aldrin, Jr., Michael Collins y Neil A. Armstrong. En esta imagen, tomada el 11 de julio, revisaban juntos los planes de vuelo preparados por la NASA.
¿Dónde alunizamos?
Se suponía que el terreno del Mar de la Tranquilidad de la Luna era prácticamente liso, pero en el momento del alunizaje la situación no se veía tan clara desde la cabina del módulo Eagle. Armstrong exploró el relieve con el fin de localizar un lugar seguro para descender. En el centro de control de la misión ya se estaban "poniendo azules" cuando por fin Armstrong anunció: "Encontré un buen punto".
La primera huella
"Un pequeño paso para un hombre, un gran paso para la humanidad". Con esta frase, Neil A. Armstrong, el primer ser humano en pisar la Luna, resumía un momento histórico. Al moverse por la superficie del satélite los astronautas daban grandes saltos debido a que la gravedad lunar equivale a sólo un sexto de la terrestre.
Magnífica desolación
"Magnífica desolación" fue la descripción que hizo Aldrin de la superficie selenita al descender de la nave veinte minutos más tarde que su compañero. En esta foto, Aldrin posa para un retrato y se ve a Armstrong reflejado en el visor, con el Módulo Lunar al fondo.
Lunamotos
Retroreflector
Neil y Buzz colocaron en la superficie lunar el primer retrorreflector láser de nuestro satélite. Gracias a este y otros aparatos similares instalados con posterioridad los científicos han podido calcular, entre otras cosas, que la distancia media entre el centro de la Tierra y el centro de la Luna es de 385.000 kilómetros, y que el satélite se aleja cada año de nosotros 3,8 centímetros.
Piedras selenitas
Los astronautas consiguieron reunir 21,7 kilogramos de roca lunar. Estudiando las muestras, los astrónomos descubrieron que estas piedras eran muy diferentes de las rocas terrestres, e incluso de los meteoritos. En concreto las muestras carecían de cualquier tipo de mineral hidratado, lo que indica que nunca existió agua en el llamado Mar de la Tranquilidad.
Venimos en paz
“Aquí hombres del planeta Tierra pusieron un pie en la Luna por primera vez. Venimos en paz, por toda la humanidad”. Así rezaba la placa adherida a una de las patas del Módulo Lunar del Apolo XI, que desde entonces permanece anclada en la Luna. Firmaban el mensaje el entonces presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon, y los tres astronautas de la misión.
Un completo equipo multimedia
Los tripulantes del Apolo 11 llevaban consigo una cámara automática de adquisición de datos Maurer de 16 milímetros y una cámara de televisión en color a bordo del Columbia, además de una cámara de televisión en blanco y negro adosada al Módulo Lunar. El equipo multimedia incluía varias Hasselblad 70mm EDC, con las que se tomaron la mayor parte de las fotografías. Y una cámara especial estereoscópica en color de Kodak que permitió obtener primerísimos planos de rocas, polvo y otros elementos diminutos de la superficie de la Luna.
La canica azul
Así vieron la Tierra los astronautas de la misión Apolo 11. A ras de Luna, el cielo es siempre negro debido a que, en ausencia de atmósfera, no se produce el fenómeno físico de la difracción de la luz que nos hace ver el cielo azul.
De vuelta a casa
El 24 de julio de 1969, ocho días después de iniciar el viaje, el Apolo 11 caía sobre las aguas del Océano Pacífico, cerca de Hawai, donde lo esperaba el portaaviones Hornet para recoger a los astronautas.
Celebraciones... en cuarentena
El presidente Nixon felicitó oficialmente a los astronautas del Apolo 11, que tras regresar a Tierra tuvieron que permanecer durante tres semanas recluidos dentro de la Mobile Quarantine Facility (MQF), por temor a que transportaran patógenos desconocidos desde la Luna.
En este mes se cumplen 40 Años desde que un ser humano piso
por primera vez un cuerpo celeste distinto a la tierra.
BY: EcoBlog Karelly Meza
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